Para compensaros el haber tardado tanto en publicar receta nueva, pues...vamos a hacer un postre. De verdad que lo siento, prometo intentar no tardar demasiado entre receta y receta, pero el tiempo escasea!!
La tarta de hoy es muy facilita de hacer, fresca, ligera, no necesita horno...¿qué más se puede pedir?
Os recomiendo que la hagais el día antes de consumirla porque así estará totalmente cuajada y no se os romperá a la hora de cortarla. Eso fue lo que le sucedió a mi amiga Mari, hizo la tarta a mediodía y la puso de postre por la noche (¡¡mea culpa!! yo fui quién la animó a hacer esta tarta), me dijo que de sabor estaba muy buena pero claro de presencia...pues se le deshizo al cortarla. Menos mal que sus invitados eran de confianza que sino...Así que ya sabeis, la haceis el día anterior y la dejais en la nevera hasta el momento de servirla. Éxito asegurado!! Os lo garantizo, yo ya la hice 3 veces y os puedo asegurar que no sobró ni media uva.
He rebautizado esta tarta con el nombre de "Tarta política" porque la primera vez que la hice, estaba yo en mi cocina y tenía la tele puesta con el debate entre Rajoy y Rubalcaba, tardé en terminar la tarta cómo 5 veces más por estar atenta al debate y por mis continuas paradas para comentar conmigo misma (en voz alta, vamos que estaba hablando sola...). A medida que avanzaba el debate, se me iban calentando los ánimos y la tarta sin terminar....Pues eso la tarta política...
He rebautizado esta tarta con el nombre de "Tarta política" porque la primera vez que la hice, estaba yo en mi cocina y tenía la tele puesta con el debate entre Rajoy y Rubalcaba, tardé en terminar la tarta cómo 5 veces más por estar atenta al debate y por mis continuas paradas para comentar conmigo misma (en voz alta, vamos que estaba hablando sola...). A medida que avanzaba el debate, se me iban calentando los ánimos y la tarta sin terminar....Pues eso la tarta política...
No es demasiado dulzona porque mezclamos el chocolate blanco con queso crema y el resultado es un sabor suave y muy rico. Y en cuánto a las uvas pues aparte de adornar nuestra tarta y dejarla monísima, le dan un sabor muy bueno (para los que no os gusten las uvas, podéis sustituirlas por otra fruta más de vuestro agrado). Un consejillo con las uvas, yo lo que hice, después de lavarlas y secarlas, fue partirlas a la mitad y quitarles las pepitas. Asi, para adornar mi tarta, las coloqué con la parte cortada hacia abajo, el efecto es el mismo que si colocaras la uva entera con la diferencia de que no te vas a encontrar ninguna pepita y los que se la vayan a comer te lo agradecerán.
Me estoy enrollando casi tanto cómo Rajoy y Rubalcaba en su debate, vamos con la receta!!
Tarta de queso con uvas al moscatel ó "tarta política"
Ingredientes:
Gelatina de moscatel
5 láminas grandes de gelatina ó 10 pequeñas
70 gr de azúcar
70 gr de agua
70 gr de vino dulce Moscatel
Masa base tarta (sin horno)
300 gr de galletas digestive de avena
80 gr de mantequilla a temperatura ambiente
Crema de queso con uvas
500 gr de queso crema (yo compré una tarrina de queso batido 0% en Merdadona)
250 gr de chocolate blanco en trozos
250 gr de leche entera
40 gr de azúcar
1 sobre de cuajada en polvo
500 gr de uvas blancas y negras
Preparación:
Para hacer la gelatina de Moscatel, hidratamos las hojas de gelatina en un bol con agua fría.
Ponemos en el vaso el azúcar y el agua y programamos 3 minutos, 100º, velocidad 1.
Añadimos el Moscatel y la gelatina y mezclamos 15 segundos en velocidad 2. Retiramos a un bol y dejamos templar.
Para la masa base de galletas, introducimos las galletas troceadas en el vaso limpio y seco y pulverizamos 10 segundos a velocidad 10.
Añadimos la mantequilla y mezclamos 10 segundos a velocidad 5. A continuación, con esta masa cubrimos el fondo de un molde desmontable de unos 24 cm. de díámetro (aproximadamente). Con el cubilete, aplastamos la superficie para que quede lisa y compacta. Reservamos en el frigorífico.
Y por último hacemos la crema de queso poniendo en el vaso todos los ingredientes de la crema excepto las uvas y programamos 7 minutos, 90º y velocidad 5.
Volcamos en el molde reservado, sobre la base de galletas pero con cuidado de no hacerlo directamente sobre ella, yo coloqué la espátula sobre la base de la tarta y fui echando poco a poco la mezcla sobre ella, haciendo como una especie de fuente, y es que si lo echamos directamente sobre las galletas, al estar tan caliente la mezcla, peligra de agujerearse la base.
Colocamos las uvas de forma decorativa y echamos la gelatina de Moscatel que teníamos reservada sobre la superficie de la tarta, al igual que con la crema de queso, también lo hacemos con mucha delicadeza.
Metemos la tarta en el frigorífico hasta que esté cuajada del todo, aunque cómo os dije más arriba, yo recomiendo comerla al día siguiente de haberla hecho.
Et voilá tarta terminada!! Bon appétit!!
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