Miramos el calendario y la fecha nos dice que se aproxima la Navidad, de hecho la tenemos ahí mismo, a la vuelta de la esquina.
Supongo que todos habeis escrito ya la carta ¿no? Algunos a Papá Noel, otros a los Reyes Magos, algún que otro espabilado a Papá Noel y a los Reyes Magos...
Supongo que todos habeis escrito ya la carta ¿no? Algunos a Papá Noel, otros a los Reyes Magos, algún que otro espabilado a Papá Noel y a los Reyes Magos...
El caso es que alguna de nuestras peticiones sea atendida ¿verdad? No nos importa quién va a ser el encargado de cumplir nuestros deseos, puede hacerlo el anciano rechoncho vestido de rojo que tiene un cierto parecido con el abuelo de Heidi o nuestros tres majestuosos Reyes, lo mismo nos da que nos da lo mismo!!!!
El caso es que en este año de crisis que estamos padeciendo, se acuerden de nosotros y nos endulcen una pizquita la vida.
Y mientras tanto, hablando de endulzar, os diré que ya he hecho el turrón de chocolate y sinceramente, no sé yo si llegará hasta las Navidades. Me da que me va a tocar hacer alguna que otra pastilla más, al menos para que lo prueben mis invitados...
Acerca del origen del turrón de almendra, él de toda la vida, hay varias versiones. Unos dicen que los árabes fueron quienes introdujeron este dulce en la península y otros que fue un tal Turró, un artesano catalán, quién elaboró este dulce por primera vez. Os puedo hasta contar una leyenda que leí hace tiempo y que narraba la historia de un rey que había contraído matrimonio con una princesa escandinava por lo que la muchacha tuvo que venirse a éstas tierras dejando atrás su país de origen.
La princesa se sintió tan triste al no poder disfrutar de los bellos paisajes de su país llenos de nieve, que el rey desesperado, para evitar su tristeza tuvo la idea de plantar alrededor del castillo miles de almendros. De este modo, cuando los almendros florecieron, sembraron el paisaje de tonalidades blancas, de tal modo que todo parecía nevado y la princesa volvió a recuperar su felicidad. Los habitantes de la zona, a partir de ese momento, aprendieron a recoger los frutos de los almendros y a tratarlos, elaborando así los primeros turrones. Y así acaba la leyenda...
Nuestro turrón de hoy no es el de la leyenda sino el de chocolate y estoy segura que a la princesa le hubiese desaparecido la depresión en cuanto se hubiese comido media tableta, vamos...casi fijo!!
El caso es que en este año de crisis que estamos padeciendo, se acuerden de nosotros y nos endulcen una pizquita la vida.
Y mientras tanto, hablando de endulzar, os diré que ya he hecho el turrón de chocolate y sinceramente, no sé yo si llegará hasta las Navidades. Me da que me va a tocar hacer alguna que otra pastilla más, al menos para que lo prueben mis invitados...
Acerca del origen del turrón de almendra, él de toda la vida, hay varias versiones. Unos dicen que los árabes fueron quienes introdujeron este dulce en la península y otros que fue un tal Turró, un artesano catalán, quién elaboró este dulce por primera vez. Os puedo hasta contar una leyenda que leí hace tiempo y que narraba la historia de un rey que había contraído matrimonio con una princesa escandinava por lo que la muchacha tuvo que venirse a éstas tierras dejando atrás su país de origen.
La princesa se sintió tan triste al no poder disfrutar de los bellos paisajes de su país llenos de nieve, que el rey desesperado, para evitar su tristeza tuvo la idea de plantar alrededor del castillo miles de almendros. De este modo, cuando los almendros florecieron, sembraron el paisaje de tonalidades blancas, de tal modo que todo parecía nevado y la princesa volvió a recuperar su felicidad. Los habitantes de la zona, a partir de ese momento, aprendieron a recoger los frutos de los almendros y a tratarlos, elaborando así los primeros turrones. Y así acaba la leyenda...
Nuestro turrón de hoy no es el de la leyenda sino el de chocolate y estoy segura que a la princesa le hubiese desaparecido la depresión en cuanto se hubiese comido media tableta, vamos...casi fijo!!
Turrón de chocolate crujiente.
Ingredientes para dos tabletas:
200 gr de chocolate con leche en trozos
200 gr de chocolate fondant en trozos
80 gr de manteca de cerdo
70 gr de arroz inflado (krispies)
Preparación:
Forramos cada molde o caja de madera con un folio de papel cortado de tal forma que sobresalga por los laterales para después poder envolver el turrón.
Ponemos en el vaso limpio y seco el chocolate con leche y el chocolate fondant. Trituramos 8 segundos a velocidad progresiva 5-10.
Con la espátula, bajamos el chocolate hacia el fondo del vaso.
Añadimos la manteca y programamos 5 minutos, 50º y velocidad 2. Retiramos el vaso de la máquina y dejamos templar unos minutos.
Incorporamos el arroz inflado y mezclamos 20 segundos a velocidad cuchara. Terminamos de mezclar con la espátula.
Echamos la mezcla en los moldes para turrón forrado con papel blanco o con papel de horno y dejamos enfriar.
Veis que la elaboración nos lleva poco más de 5 minutos y os aseguro que está buenííísimo!!!
Así que para estas Navidades, animaos y hacedlo, ya me contareis...
Ingredientes para dos tabletas:
200 gr de chocolate con leche en trozos
200 gr de chocolate fondant en trozos
80 gr de manteca de cerdo
70 gr de arroz inflado (krispies)
Preparación:
Forramos cada molde o caja de madera con un folio de papel cortado de tal forma que sobresalga por los laterales para después poder envolver el turrón.
Ponemos en el vaso limpio y seco el chocolate con leche y el chocolate fondant. Trituramos 8 segundos a velocidad progresiva 5-10.
Con la espátula, bajamos el chocolate hacia el fondo del vaso.
Añadimos la manteca y programamos 5 minutos, 50º y velocidad 2. Retiramos el vaso de la máquina y dejamos templar unos minutos.
Incorporamos el arroz inflado y mezclamos 20 segundos a velocidad cuchara. Terminamos de mezclar con la espátula.
Echamos la mezcla en los moldes para turrón forrado con papel blanco o con papel de horno y dejamos enfriar.
Veis que la elaboración nos lleva poco más de 5 minutos y os aseguro que está buenííísimo!!!
Así que para estas Navidades, animaos y hacedlo, ya me contareis...
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